Niños y mayores, los más vulnerables a los ciberataques: guía para protegerlos

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14/10/2025 - 07:35
Niño con un móvil en la mano

Lectura fácil

Internet es una herramienta formidable, una ventana al conocimiento y a la conexión social sin precedentes. Sin embargo, este universo digital también alberga rincones oscuros y peligros que acechan, sobre todo, a los más vulnerables. En los dos extremos de la pirámide de edad, los niños y las personas mayores, se encuentran los colectivos con mayor riesgo de sufrir las consecuencias de un ciberataque. Su nativa inocencia digital, en el caso de los menores, o la falta de familiaridad con el entorno, en el de los mayores, los convierte en el blanco perfecto para estafadores, acosadores y otros delincuentes.

Protegerles de los ciberataques no es una cuestión de prohibir, sino de educar, acompañar y utilizar las herramientas a nuestro alcance. La seguridad digital se ha convertido en una pieza fundamental de la educación y del cuidado familiar, una responsabilidad compartida para garantizar que la experiencia online sea enriquecedora y, sobre todo, segura.

El universo infantil, entre el descubrimiento y el peligro

Los niños de hoy son nativos digitales. Su soltura con las pantallas es asombrosa, pero esa misma fluidez a menudo carece de la malicia o el pensamiento crítico necesarios para identificar los riesgos.

Los principales peligros o ciberataques a los que se enfrentan son:

  • Ciberacoso o cyberbullying: El acoso escolar salta de los patios a las pantallas, volviéndose más cruel y persistente.
  • Acceso a contenido inapropiado: Desde la pornografía hasta contenidos violentos o que incitan al odio.
  • Contacto con desconocidos y grooming: El riesgo de que adultos se hagan pasar por menores para ganarse su confianza con fines sexuales.
  • Sexting no consentido: El envío de imágenes íntimas que pueden ser difundidas sin control, generando situaciones de chantaje y humillación.

La solución, el control parental como herramienta de acompañamiento

Lejos de ser un método de espionaje, las herramientas de control parental son un recurso pedagógico indispensable para guiar a los menores en sus primeros pasos digitales. No se trata de prohibir, sino de establecer unos límites seguros y adaptados a su edad y madurez contra los ciberataques o el uso inadecuado de Internet.

¿Cómo configurar un control parental eficaz?

  1. Habla con ellos: Antes de instalar nada, la primera herramienta es la comunicación. Explícales por qué es importante establecer unas normas de uso, los riesgos que existen y hazles saber que pueden confiar en ti si algo les incomoda.
  2. Utiliza las herramientas del sistema operativo: Tanto Android (con Google Family Link) como iOS (con "Tiempo de uso") ofrecen sistemas de control parental nativos y gratuitos muy potentes. Permiten:
    • Limitar el tiempo de uso diario de las aplicaciones.
    • Filtrar contenido inapropiado en webs y tiendas de apps.
    • Gestionar los permisos de las aplicaciones (acceso a la cámara, micrófono, ubicación).
    • Aprobar o bloquear la descarga de nuevas apps.
  3. Configura las consolas y las plataformas de streaming: Las videoconsolas (PlayStation, Xbox, Nintendo Switch) y plataformas como YouTube o Netflix también tienen sus propios sistemas de control parental para limitar el acceso a juegos o vídeos no recomendados para su edad y controlar las interacciones en el juego online.

La vulnerabilidad de los mayores, un blanco para las estafas

En el otro extremo, las personas mayores se enfrentan a un tipo de peligro diferente. Suelen ser más confiados y menos familiarizados con las "trampas" del mundo digital, lo que los convierte en el objetivo ideal para las estafas y ciberataques.

  • Phishing: Es el ciberataque en forma de estafa más común. Reciben un email o un SMS que suplanta la identidad de su banco, de una empresa de paquetería o de un organismo público (Hacienda, Seguridad Social), solicitando sus datos personales o bancarios con una excusa urgente.
  • Estafas del soporte técnico: Una ventana emergente en el ordenador les alerta de un supuesto virus y les insta a llamar a un número de teléfono donde un falso técnico les pedirá el control remoto de su equipo para robarles información.
  • Chantajes emocionales: Reciben mensajes de un supuesto familiar en apuros en el extranjero que necesita dinero urgentemente.

¿Cómo proteger a nuestros mayores?

La clave es la educación y la prevención. Hay que sentarse con ellos, sin paternalismos, y explicarles las reglas de oro de la seguridad digital:

  • Desconfiar de las urgencias: Ningún banco ni organismo oficial les pedirá nunca sus contraseñas por email o SMS.
  • No hacer clic en enlaces sospechosos: Es mejor que accedan a la web de su banco tecleando la dirección directamente en el navegador.
  • Crear contraseñas seguras: Y no usar la misma para todo.
  • Fomentar la comunicación: Lo más importante es crear un clima de confianza para que, ante la más mínima duda, nos pregunten antes de hacer nada.

En definitiva, la seguridad digital es una responsabilidad intergeneracional. Acompañar a nuestros hijos en su socialización digital y alertar a nuestros mayores de los riesgos son dos caras de la misma moneda: la de cuidar a los nuestros en un mundo que ya es, inseparablemente, físico y virtual.

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