Alerta médica: El fuerte dolor de garganta podría indicar COVID-19, pero los tests desactualizados podrían no detectar nuevas variantes

Cuando vamos al médico, a menudo esperamos escuchar sobre enfermedades como el COVID-19. A pesar de que sigue presente, ya no es el foco principal de atención. Sin embargo, este fue el diagnóstico de Marta, entrevistada por NiusDiario, cuando visitó a su médico esta semana debido a un fuerte dolor de garganta que había estado experimentando durante cuatro días, el cual no mejoraba con medicamentos antiinflamatorios ni paracetamol.

Marta pensó que era demasiado intenso para ser una faringitis común. Después de examinarla, el médico tuvo claro que era "casi seguro" que se trataba de COVID-19.

¿COVID-19? ¿A estas alturas?

El diagnóstico escrito decía: "Infección respiratoria aguda del tracto respiratorio superior, no especificada". Según el médico, era de origen viral y probablemente COVID-19. Marta sugirió hacerse una prueba para confirmarlo. Sin embargo, el médico explicó que muchos de los test de antígenos no son efectivos para detectar las nuevas variantes del virus, por lo que darían negativo aunque fuera COVID-19.

El médico le explicó que han estado viendo muchos casos como el suyo recientemente, con los mismos síntomas de dolor de garganta intenso, lo cual los llevó a sospechar. Además, descartaron la gripe y el virus respiratorio sincitial (VRS), por lo que sospechan que el coronavirus está aprovechando esta oportunidad. El médico escribió en el informe: "El diagnóstico clínico es una presunción".

La sospecha del médico de Marta se confirmó cuando habló con el portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Lorenzo Armenteros. Según él, están viendo muchos casos con síntomas similares, como un intenso dolor de garganta que no mejora con los medicamentos habituales. La sospecha es que se trata de COVID-19 debido a la epidemiología de la nueva variante y a la sintomatología.

Es una faringitis viral en la que el virus sería el coronavirus

Los síntomas comunes que han observado incluyen un intenso dolor de garganta, a veces acompañado de conjuntivitis y fiebre. Armenteros explica que es un cuadro viral que dura de 7 a 14 días y que luego evoluciona hacia otros síntomas típicos de COVID-19, como tos y congestión nasal.

No hay mucho más que hacer en estos casos más que confiar en el sistema inmunitario y dejar que haga su trabajo. El médico le dijo a Marta que el virus daña la mucosa de la garganta, lo que causa el dolor intenso. Sin embargo, los antibióticos no son efectivos en este caso, ya que no se trata de una infección bacteriana. Armenteros enfatiza que no se deben tomar antibióticos en estos casos, ya que no mejoran la situación y solo contribuyen a generar resistencia.

Armenteros señala que gracias a la inmunidad que hemos desarrollado a través de las vacunas y las infecciones anteriores, estamos protegidos en cierta medida. Sin embargo, advierte que el riesgo de seguir infectándonos de COVID-19 persistente, aunque la enfermedad sea ahora más leve.

A medida que aumenta el número de infecciones, aumentan las posibilidades de COVID-19 persistente o de complicaciones

Por lo tanto, es importante no olvidarnos de esto, aunque nos hayamos olvidado de la COVID-19 en cierta medida.

En cuanto a las pruebas de diagnóstico, los test de antígenos actualmente disponibles no están actualizados para detectar las nuevas variantes del virus. Armenteros explica que no se justifica invertir en nuevas formulaciones de test debido a la baja demanda actual. Sin embargo, las pruebas PCR se siguen realizando en casos graves y a personas mayores y vulnerables. Estas pruebas son más sensibles y específicas, y están actualizadas para detectar las nuevas variantes del virus.

En resumen, actualmente se sospecha que muchos casos de dolor de garganta intenso están relacionados con COVID-19 debido a la epidemiología de las nuevas variantes y a la clínica similar a la de la enfermedad. Los test de antígenos disponibles no son efectivos para detectar las nuevas variantes, lo que dificulta el conocimiento real de la incidencia de COVID-19 en la población. Aunque la situación actual parece estar dominada por la variante ómicron, es importante no bajar la guardia, ya que el virus aún puede causar problemas.