La inseguridad alimentaria da lugar a no poder llevar dietas saludables

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25/11/2022 - 08:46
La inseguridad alimentaria abarca el tipo de comida que ingerimos

Lectura fácil

La inseguridad alimentaria que vivimos, no solo refleja cómo muchas personas no pueden acceder ni física, social ni económicamente a los alimentos nutritivos y suficientes.

Además, este término también refleja como también hay inseguridad en el consumo de dichos alimentos. El Banco Mundial expone al respecto que hay más de 3 mil millones de personas que no pueden acceder a una dieta saludable, lo que afecta a un 40 % de la población mundial.

Cabe destacar también que esta situación es una tendencia al alza puesto que el total de personas afectadas por la inseguridad alimentaria aguda aumentó de 135 millones en 2019 a 345 millones en junio de 2022.

Los datos de inseguridad alimentaria en España

A nivel nacional, los datos de la Food and Agriculture Organization (FAO) indican que en España hay alrededor de 600.000 personas en situación de inseguridad alimentaria grave.

En los últimos tiempos esta realidad se está disparando debido a causas tan variadas como:

  • El impacto de la crisis climática
  • El conflicto bélico del este de Europa y su correspondiente interrupción de las cadenas de suministros
  • La situación de inflación creciente de la economía española que está incrementado los precios de alimentos básicos a máximos históricos.

Este contexto nos lleva a plantearnos cambios estructurales en el conjunto de la industria alimentaria con el objetivo de proporcionar alimentos suficientes, seguros, sostenibles y saludables para una población creciente.

Pese a la complicada situación del contexto actual es posible aumentar la resiliencia frente a la inseguridad alimentaria. En este sentido es clave para revertir la situación no solo redoblar los esfuerzos a nivel global, sino ser conocedores de la situación ya que, solo en España, en 2020 se tiraron más de 1.300 millones de kilos de alimentos. En la misma línea, se estima que el 33 % de todos los alimentos producidos acaban en la basura.

Hay soluciones, lo que falta es ponerlas en marcha

Con el objetivo de poder ponerle freno a la inseguridad alimentaria, desde CEMP ofrecen un máster en Tecnología y Seguridad Alimentaria.

Entre el contenido que imparten, se encuentran cuatro estrategias base que son clave:

  • Reducir el desperdicio alimentario. En todo el mundo, cada año se desperdician un total de 1.300 millones de toneladas de alimentos, lo que supone un tercio de la producción anual. Cabe destacar que este despilfarro se produce en toda la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo. Reducirlo supondría hacer frente a la inseguridad alimentaria que ya sufren millones de personas alrededor del globo.
  • Fomentar modelos de alimentación sostenible y de proximidad. Estos modelos de alimentación sostenible ponen especial hincapié en garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición para todos. Así pues, hacen falta esfuerzos para revisar los distintos estamentos de la cadena de producción alimentaria, para convertir los sistemas alimentarios en sostenibles, justos e inclusivos.
  • Utilizar el agua de manera más eficiente. Según las investigaciones del Banco Mundial, el futuro suministro de agua resultará insuficiente para abastecer los sistemas de riego de muchos países. En este sentido, es clave hacer un uso consciente del agua para aplazar la insuficiencia en el riego.
  • Mejorar la salud del suelo. Los suelos son la base de la agricultura y, por tanto, de la correcta nutrición de la población mundial. En este sentido, la calidad de estos está directamente relacionada con la cantidad y calidad de los alimentos. Así pues, las presiones al suelo agrícola a través de los avances en materia de tecnología agrícola y el aumento de la demanda han ocasionado un agotamiento de los suelos que ponen en riesgo su productividad. Así pues, el bienestar de los suelos, alejado de técnicas agrícolas agresivas, es fundamental para satisfacer las necesidades de las generaciones futuras.

Con estas claves tan sencillas decir adiós a la inseguridad alimentaria es fácil, pero para ello, se necesita el firme compromiso de todos los sectores de la sociedad, porque remar juntos es sinónimo de sostenibilidad.

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