La miopía en los niños se puede detectar y frenar a tiempo

La miopía es un factor de riesgo que puede progresar a miopía magna (más de 6 dioptrías) y podría llegar a ser una de las principales causas de discapacidad visual y la primera causa de afiliación a la ONCE. 

La miopía, es un defecto refractivo que provoca una mala visión a media y larga distancia debido a que las imágenes se forman (incorrectamente) delante de la retina. Se puede desarrollar a cualquier edad, aunque lo más habitual es que se manifieste en los primeros años de vida: a esta función se la denomina como miopía infantil.

La miopía en los niños  

César Villa (PhD en Optometría y vocal de la Sociedad Española de Optometría), señala para 20Minutos que la miopía es un problema que "se estima que ya afecta a un 20% de la población menor de 18 años".

Según se avanza en la edad de las personas, en este caso, la de los niños, esta condición empeora, aunque las revisiones anuales ayudarían para detectar y disminuir la progresión de la miopía en niños, que en ese momento, está descontrolada, señala el experto. 

“No veo la pizarra”, síntoma de posible miopía

Al desarrollarse la miopía, ésta viene de la mano, de una de las señales más habituales, los menores afirman que no ver bien la pizarra en la escuela. Tras este primer efecto, comienzan a tener problemas para identificar a personas por la calle.

¿Se puede tratar la miopía?

Es posible intervenir la miopía a tiempo para frenar su evolución mediante el uso de atropina. Hacemos referencia a un tratamiento, que lleva por nombre: Atropina Tópica Oftálmica. Son unas gotas para los ojos que actúa precisamente en el iris.

Se puede indicar también como midriático y ciclopléjico, según indica la Asociación Española de Pediatría (AEPED), y tratado en dosis bajas, podría tener efectos positivos para disminuir la progresión de la miopía en niños. Decimos “podría” ya que no está científicamente comprobada su efectividad, y no con todos los pacientes se observan mismos resultados. Se necesitan más estudios para controlar su efectividad. Es por esto por lo que todavía son pocos los profesionales optometristas que aconsejan su uso. Aunque, los resultados que se han obtenido de diversos actuales estudios son alentadores.

¿Pueden las lentillas detener la miopía?

En este caso, estamos ante una variable para detener el desarrollo de la miopía en los niños. En este caso, los expertos mencionan las lentillas MiSight. Desde Estados Unidos a través de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), y desde Europa, reconocieron que estas lentillas pueden frenar la progresión de este problema ocular con una tasa de éxito del 59%.

Según la observación de casos, este tipo de lentillas, no solo ayudan a frenar el desarrollo de la miopía en niños, sino que también logran solucionar el desequilibrio visual. Se consigue este efecto mediante una corrección del error de refracción y que la luz se enfoca a la parte posterior de los ojos (la retina).

¿Cómo observar la miopía en los más pequeños?

Las gafas, estas gotas de las que hemos hablado o las lentillas mencionadas, ayudan a no forzar los ojos y detener el desarrollo de la miopía. También, es conveniente adoptar determinados hábitos para aprender a frenar la progresión de la miopía. 

En un momento en el que pasamos mucho más tiempo delante de las pantallas, estos sistemas se vuelven en nuestra contra durante la pandemia actual.

Debemos tener en cuenta, evitar el uso de dispositivos tales como: móviles, ordenadores, o tablets, leer libros en lugares que no tengan la luz suficiente, controlar el tiempo de exposición a las pantallas y elegir gafas que protejan la vista de los móviles o tabletas es importante. Por su parte, expertos recomiendan para todas las edades, hacer ejercicios para descansar la vista tras estar en el ordenador haciendo un trabajo del colegio durante mucho tiempo, puede venir muy bien para controlar la miopía de los niños hacer descansos cada 20 minutos.

En este sentido, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que los pequeños salgan más a los parques, en definitiva, a los espacios abiertos. Y es que, según indica la OMS,"el aumento del tiempo que se pasa en espacios interiores y de las actividades que implican una visión de cerca" aumenta el riesgo de miopía.