La Fundación Gates premia a cuatro mujeres que luchan por los Objetivos de Desarrollo Sostenible

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21/09/2021 - 17:48
Premios Goalkeepers a las mujeres que logran los ODS. Foto: Pixabay

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La sexta edición de los premios Goalkeepers, que otorga anualmente la Fundación Gates a personas que contribuyen a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ha premiado este año a cuatro mujeres. El reconocimiento cobra especial importancia tras un año marcado por la grave crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus. Sin los esfuerzos de ciudadanos como las premiadas, "podría haber sido peor", tal y como han declarado Bill Gates y Melinda French Gates.

Hay que seguir promoviendo el desarrollo y la sostenibilidad

Premios como estos son importantes para no solo reconocer la labor de las personas valientes que actúan frente a las injusticias y a favor del progreso, sino también para darles a conocer a la sociedad de forma que esta tome ejemplo, tanto a nivel local como en el plano internacional.

Sin el reconocimiento de los Goalkeepers, no conoceríamos el caso de estas mujeres que trabajan en zonas remotas, lo que da idea de la cantidad de héroes anónimos que cada día ponen su grano de arena por el bien común.

Si bien es cierto que para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible hacen faltas políticas de calado por parte de gobiernos, empresas e instituciones, el conjunto de la ciudadanía puede hacer mucho por cada una de las 17 metas, que alcanzan planos tan relevantes como la pobreza, la igualdad, la acción por el clima o la sostenibilidad.

Hablemos de las ganadoras:

Phumzile Mlambo-Ngcuka, ex directora ejecutiva de ONU Mujeres (65 años, Sudáfrica)

Según informa El País, entre las distinguidas está Phumzile Mlambo-Ngcuka (65 años, Sudáfrica), en la categoría Global. La sudafricana ex mandataria de la ONU ha dado por concluido su mandato en 2021 al frente de esta entidad con la celebración del Foro Generación Igualdad. En él desarrolló más de 1.000 compromisos y 40.000 millones de dólares a instituciones, Gobiernos y empresas para erradicar la violencia y discriminación de género.

Faizah Beether (24 años, Bangladés)

“Mi padre fue asesinado cuando yo era adolescente. No fue un comienzo agradable de mi adolescencia y afronté los cambios de esa etapa sin él. Mi familia era mi madre”, relata Faizah Beether a El País. “Cuando estaba acabando la secundaria, no lo sabía, pero sufría una profunda depresión”. El medio relata que su progenitora hizo lo posible para que obtuviera tratamiento, algo difícil en Bangladés, un país atrasado respecto a la salud mental. Este fue el motivo que impulsó a Faizah estudiar psicología.

Así, se trasladó a Sidney (Australia) para cursar la carrera, hasta que decidió dejarla y regresar a su país natal, donde, tras hacer un curso sobre emprendimiento social, creó hace tres años un espacio con otras 6 personas donde "poder hablar sin ser juzgado", la Moner School. Se trata de una plataforma en línea que establece contacto entre pacientes y terapeutas. Gracias al premio de 10.000 dólares (unos 8.5000 euros), por su contribución al ODS 3: Salud y bienestar, Faizah quiere llevar su proyecto a las escuelas. "Mucha gente cree que si va a un psicólogo va a ser etiquetado de loco. Y no quieren”, explica.

Jenifer Colpas (30 años, Colombia)

Fue el 25 de septiembre de 2015 cuando los líderes del mundo aprobaron los ODS. Pocos días antes de eso nació Tierra Grata, un proyecto social para llevar energía, agua y saneamiento de bajo coste a regiones remotas de Colombia, según cuenta El País. Una de sus promotoras fue Jenifer Colpas, que con 30 años ha sido premiada en los premios Goalkeepers en la categoría de Progreso por su contribución al ODS 6: Agua limpia y saneamiento.

Jenifer detectó una desigualdad respecto a este bien tan básico en la región del Chocó, donde solo el 33 % de la población tenía un retrete, frente al 97,6 % de los ciudadanos en Bogotá. Esto, sumado a las desigualdades que ya había visto en la India en 2011, motivó a la mujer a buscar soluciones que redujeran las brechas sociales en su país. "Nos dimos cuenta de que cuanto más nos alejábamos de las áreas urbanas, más difícil era el acceso a servicios básicos. Había menos electricidad, agua o inodoros”, detalla a El País. Así impulsó soluciones baratas como el baño seco, que no necesita agua y permite transformar las heces en fertilizante. El precio es de 900 dólares (unos 760 euros), de los que el 30 % corre a cuenta de los beneficiarios.

“Tener un baño es fundamental, sobre todo para las mujeres”. La Fundación Gates coincide con Colpas. “Este es un tema urgente para el país, donde 4,9 millones de personas carecen de acceso a un baño decente, y 1,4 millones de personas no tienen acceso a baños limpios agua”, recoge El País, que informa que las soluciones de Tierra Grata han logrado llegar a 10.000 personas.

Sheriff Satta (23 años, Liberia)

La joven Sheriff Satta, de 23 años, fundó la organización Juvenil Acción por la Justicia y los Derechos Humanos (AJHR, según sus siglas en inglés) con el fin de que las mujeres no teman ser violadas y para que, en caso de sufrir una agresión, haya justicia. Gracias a ella el presidente del país, George Weah, declaró las violaciones como un asunto de emergencia nacional, asignando un presupuesto de cuatro millones de dólares (3,4 millones de euros), en 2020.

“La pandemia incrementó los casos”. En concreto, tal y como recoge El País, la violencia sexual contra las mujeres aumentó un 50 % durante la pandemia, con 600 casos denunciados solo entre enero y junio y que amenazó con retroceder a los 803 que había en 2015. Liberia es uno de los países con peor valoración en materia de género. En 2020 el Índice de Desigualdad de Género de 2020 del informe de desarrollo humano del PNUD le situaba en el puesto 177 de 188.

“Cada día, cuando enciendes la radio, escuchas casos de mujeres agredidas. Yo tengo familiares supervivientes de abusos”, cuenta Setta a El País. “No te puedes quedar parado. No quiero que me pase a mí ni a ninguna chica”, explica la joven, que con sus protestas y campañas junto con los integrantes de AJHR luchan también contra la impunidad. “Solo el 20 % de los perpetradores son juzgados”, lamenta.

“Nuestro trabajo es necesario para hacer de Liberia un país seguro para las niñas y las mujeres. Y el premio hará que otros jóvenes encuentren en nosotros una inspiración para seguir luchando por avanzar”, argumentos que llevaron a la Fundación GAtes a premiar su labor por su contribución al ODS 5: Igualdad de género..

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