¿Sabes cuáles son los árboles que mejor refrescan las ciudades? Cuáles elegir para combatir el calor 

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30/10/2025 - 12:14
Jardines del Turia, en Valencia.

Lectura fácil

En la lucha contra las cada vez más frecuentes e intensas olas de calor, los árboles se han revelado como nuestros mejores aliados. Son los "aires acondicionados" naturales de nuestras ciudades, infraestructuras verdes capaces de reducir drásticamente la temperatura y de crear refugios climáticos en mitad del asfalto. Sin embargo, no todos los árboles son iguales. Al igual que no todos los electrodomésticos tienen la misma eficiencia energética, no todas las especies arbóreas tienen la misma capacidad para enfriar el ambiente. Ahora, una nueva investigación ha puesto ciencia y datos a esta cuestión, identificando qué árboles son los más eficaces para refrescar nuestras calles.

Este conocimiento es fundamental para los planificadores urbanos, los paisajistas y los ayuntamientos. Ya no se trata de plantar árboles de forma genérica, sino de hacerlo de forma estratégica, seleccionando las especies que maximicen el beneficio del enfriamiento. Es un paso clave para adaptar nuestras ciudades a la nueva realidad del cambio climático.

Los dos mecanismos de enfriamiento: sombra y "sudor" vegetal

Para entender por qué unos árboles son mejores que otros, primero hay que comprender los dos mecanismos principales a través de los cuales enfrían el entorno:

  1. La sombra: Es el efecto más obvio. Un árbol frondoso intercepta la radiación solar, impidiendo que esta llegue y caliente las superficies como el asfalto o las aceras. La temperatura bajo la sombra de un árbol puede ser hasta 15-20 grados inferior a la de una superficie expuesta al sol.
  2. La evapotranspiración: Este es el mecanismo más sofisticado y a menudo subestimado. Al igual que los humanos sudamos para regular nuestra temperatura, los árboles "sudan" a través de sus hojas, un proceso llamado evapotranspiración. Liberan vapor de agua a la atmósfera, y este cambio de estado de líquido a gas consume energía en forma de calor, enfriando activamente el aire circundante. Un árbol grande puede transpirar cientos de litros de agua en un día caluroso, con un efecto refrigerante equivalente al de varios aparatos de aire acondicionado funcionando durante horas.

¿Qué características tiene el "árbol perfecto" para dar frescor?

La investigación ha analizado cientos de especies y ha concluido que los árboles más eficaces para combatir la isla de calor son aquellos que combinan una serie de características morfológicas y fisiológicas:

  • Una copa grande y densa: Es el factor más importante para la sombra. Árboles con una copa ancha, esférica y con un follaje muy denso son los que mejor bloquean la radiación solar. Especies como el plátano de sombra, el tilo o el arce son excelentes en este sentido.
  • Hojas grandes y una alta tasa de transpiración: Para maximizar el efecto de la evapotranspiración, se necesitan hojas con una gran superficie y una alta tasa de transpiración. Especies como el castaño de Indias o el chopo son campeones en este aspecto.
  • Crecimiento rápido y longevidad: Para que el beneficio sea rápido y duradero, se buscan especies que crezcan con relativa rapidez pero que a la vez sean longevas y resistentes a las condiciones urbanas (contaminación, sequía, etc.).

Por el contrario, especies de árbol con copas pequeñas o poco densas, como algunas coníferas, o aquellos con hojas pequeñas y cerosas (adaptadas para no perder agua), tienen una capacidad de enfriamiento mucho menor.

No es solo qué plantar, sino dónde

La elección de la especie correcta es solo una parte de la ecuación. La otra es la planificación estratégica de su ubicación. No se trata de plantar árboles al azar, sino de crear una infraestructura verde interconectada.

  • Orientación este-oeste: Plantar hileras de árboles en calles con orientación este-oeste es especialmente eficaz para sombrear las fachadas de los edificios durante las horas de más calor, reduciendo la necesidad de aire acondicionado en el interior de las viviendas.
  • Aparcamientos y grandes superficies: Convertir los enormes aparcamientos de los centros comerciales, que son auténticas islas de calor, en aparcamientos sombreados con arbolado denso tiene un impacto local inmenso.
  • Patios de colegios y parques: Priorizar la plantación de especies de gran copa en estas zonas garantiza la creación de refugios climáticos para los colectivos más vulnerables, como los niños y las personas mayores.

En definitiva, la lucha contra el calor en las ciudades ha entrado en una nueva fase, más científica y estratégica. Ya no basta con querer "más verde"; hay que saber qué verde y dónde. Esta investigación nos proporciona el conocimiento para que cada nuevo árbol que plantemos no sea solo un elemento ornamental, sino una pieza de ingeniería natural de alta eficiencia, trabajando día y noche para hacer nuestras ciudades más frescas, saludables y habitables.

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