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En el mundo del diseño de mobiliario y ergonomía, un término que está ganando relevancia es la basculación. Pero, ¿qué significa exactamente este concepto y cómo beneficia a los usuarios?
La basculación es una característica que permite al usuario modificar el ángulo de orientación del asiento respecto al suelo, mientras mantiene constante el ángulo entre el asiento y el respaldo. Esto significa que el asiento puede inclinarse hacia adelante o hacia atrás sin perder la comodidad del respaldo, ofreciendo una postura más natural y adaptable.
Esta funcionalidad es especialmente valorada en sillas de oficina, sillas de ruedas y asientos diseñados para largas horas de uso, ya que favorece la circulación sanguínea, reduce la fatiga muscular y mejora la postura general del cuerpo.
La incorporación de esta tecnología en el mobiliario marca un avance importante en la búsqueda de soluciones que priorizan la salud y el confort del usuario.
¿Cuál es su importancia?
Para quienes utilizan una silla de ruedas de manera constante, funciones como la basculación resultan fundamentales para aumentar la comodidad y disminuir el riesgo de problemas en la piel. Permanecer sentado durante largos períodos genera presión sobre los tejidos, lo que puede provocar lesiones; estas heridas por presión son muy frecuentes: hasta un 28 % de los adultos mayores en residencias y entre el 50 % y 80 % de las personas con lesiones medulares sufrirán alguna vez este tipo de daño.
Además de la presión, otros factores que afectan la salud de la piel incluyen la fricción, el calor, la humedad, la incontinencia y una nutrición deficiente. Mantener la misma postura por mucho tiempo también ocasiona molestias, dolores e incluso desequilibrios en la postura, ya que el cuerpo no tolera bien estar inmóvil por periodos prolongados.
¿Cuáles son los beneficios principales de la basculación en una silla de ruedas eléctrica?
Evita lesiones en la piel al reducir la presión
La basculación ayuda a prevenir heridas en la piel, un problema común en personas con movilidad limitada. Al cambiar cómo se reparte el peso y permitir que el cuerpo se mueva, se reduce la presión en zonas como las caderas y la espalda. Esto es importante para cuidar la piel y evitar problemas serios. Además:
- Se adapta a problemas en las articulaciones
- Mantiene el ángulo del asiento
- No provoca rozaduras ni fricción
- Ayuda a controlar la rigidez muscular
- Permite usar dispositivos especiales instalados en la silla
- Ofrece estabilidad y seguridad, por ejemplo, al bajar pendientes o subir a una furgoneta
Mejora la circulación de la sangre
Al cambiar de posición con la basculación, la sangre circula mejor. Inclinarse hacia atrás facilita el flujo sanguíneo, lo que es bueno para el corazón y ayuda a reducir la hinchazón en las piernas y el riesgo de coágulos.
¿Quién necesita la basculación?
- Personas en silla de ruedas que tienen mucho riesgo de hacerse heridas en la piel y no pueden cambiar de posición solas.
- Personas que no pueden mantenerse sentadas derecho sin ayuda.
- Personas que necesitan ciertas posiciones para hacer mejor sus tareas diarias, como para controlar el cansancio.
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