La ansiedad y el hambre emocional tienen una estrecha relación

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29/04/2022 - 19:30
Una persona utiliza su ordenador con un plato de galletas al lado

Lectura fácil

Cada vez estamos empezando a escuchar con mayor asiduidad palabras como 'trastorno', 'ansiedad', 'depresión', 'hambre emocional', términos que últimamente se están haciendo familiares, y es que la salud mental generalizada ha sufrido un duro golpe tras la pandemia de coronavirus que hemos vivido. También porque el tabú que pesaba sobre los temas referidos a la salud mental poco a poco se ha ido derribando, por fortuna.

La salud mental empieza a recibir la atención que se merece para poder tratarla, prueba de ello es que en el Foro Económico Mundial de Davos ya la sitúa como el sexto riesgo global para el 2022. Sin embargo, su tratamiento y diagnostico aún sigue siendo prohibitiva en nuestro país. Por eso es importante conocer y saber diferenciar entre la información que podemos encontrarnos en la red sobre términos como 'hambre emocional' o 'depresión', es importante no banalizar el impacto que puede tener en nuestras vidas.

¿Qué es el hambre emocional y por qué puedo estarlo sufriendo?

Si has notado que tu estado de ánimo ha cambiado, de forma continuada en el tiempo, que empiezas a sentir cambios en tu rutina diaria de sueño o de alimentación, es posible que estés experimentando un trastorno por ansiedad o la acumulación de mucho estrés. Si crees que puede ser así, es importante que acudas a un especialista que evalúe adecuadamente tu situación.

Aquí podemos proporcionarte información contrastada sobre lo que se considera como 'hambre emocional' y algunos de los motivos que pueden causarla, pero es necesario que pidas ayuda a tu médico de cabecera o un psicólogo para tratar de forma más adecuada esta situación.

Empecemos por lo más sencillo ¿Qué es el hambre emocional?, este término hace referencia a desequilibrios en la forma que tenemos de alimentarnos, llevándonos a ingerir alimentos cuando fisiológicamente no los necesitamos, es decir, nuestro cuerpo no necesita de más nutrientes, esta saciado, pero a pesar de ello, hay algo que nos mueve a seguir comiendo.

Se llama así precisamente porque no surge por una necesidad fisiológica, sino que nace desde nuestras emociones. Aunque no lo parezca, porque no se pueden ver, oler o tocar, las emociones juegan un papel muy relevante en nuestro organismo, que puede llegar a afectar nuestra salud física, no solo la mental. El estrés, la ansiedad o la depresión, suelen ser trastornos derivados de una mala o nula gestión de nuestras emociones.

Cuando nos encontramos sometidos a situaciones estresantes por el trabajo, la familia o alguna situación traumática, y no conseguimos desconectar o hacer una gestión adecuada de ello, puede llegar a provocarnos un estado de ansiedad. Es en este proceso, que tiene su componente químico a nivel cerebral, el que nos lleva a sentir la necesidad de comer a pesar de estar llenos.

¿Cómo puedo ayudarme a gestionarla?

Es importante saber que la ansiedad no debe alarmarnos, pues se trata de un mecanismo de defensa que ha ayudado a la supervivencias del ser humano durante toda nuestra existencia. El problema surge cuando no conseguimos reestablecer nuestro estado emocional al natural y eso hace que nuestro cuerpo busque alternativas con comer para relajarse.

Sí, comer relaja. Se ha demostrado científicamente que el acto de masticar envía una señal a nuestro cerebro que hace que se calme, por eso el estrés nos genera esta 'hambre emocional'. Además entran en juego varios aspectos químicos orgánicos, como la segregación de sustancias como la leptina y la grelina, responsables entre otras cosas, de enviarle el aviso a nuestro cerebro de que estamos llenos o necesitamos alimentarnos.

Para poder contrarrestar estos efectos, lo adecuado es que solicites ayuda especializada. Pero hay algunos 'tips' que pueden ayudarte en tu día a día para corregir este desequilibro. Por ejemplo, hacerte horarios de comidas que incluyan las 5 al día recomendadas por los nutricionistas. También es importante tener momentos de relajación que te ayuden a bajar los niveles de estrés, como practicar yoga, meditar o ejercitarte en el mindfulness.

Otra herramienta útil es preguntarte, a la hora de hacer una comida fuera de tus horarios habituales, si quieres comer porque realmente el estómago te ruge o porque tienes hambre emocional. Es importante ser conscientes de lo que comemos para mantenernos sanos tanto física como mentalmente.

Comentarios noticia

Muy buen reportaje

  • Autor: Anónimo (no verificado)
  • Fecha: Mar, 03/05/2022 - 17:21

Hola me llamo Alitzel, que significa niña sonriente, naci en Belice, mis papas eran testigos de jehova y mi infancia fue muy muy aburrida, gris, sin cumpleamos, son amigas en la escuela decian mis papas que porque eran malas compañias, sin navidad, sin diversiones, sin escuchar musica normal, que porque la musica me iba a incitar a hacer cosas malas, reuniones, asambleas, super aburridisimas, lo mismo y lo mismo dia tras dia, las niñas de la congregacion no eran mis amigas proque eran muy chismosas, no podia decidir ni mi ropa, mi mama me decia que solo faldas largas, que me vistiera modestamente y con buen juicio, tuve que luchar mucho con la ansiedad y la depresion, una de las niñas de la congregacion me dijo que un anciano abuso sexualmente de ella y que todos lo ocultaron sin decir nada a la policia, fue una infancia muy dificil y traumatica, creci, me negaron la escuela secundaria, me dijeron mis papas que la escuela no era necesaria porque ya venia el armagedon, que tampoco tuviera hijos, les estoy hablando de 1970, ahora estamos en el 2022 y todavia no llega, cuando creci estuve trabajando en una tienda, ahi la dueña, Gracias a Dios, me ayudo mucho, sobre todo cuando le contaba lo reprimida que estaba en mi casa, me dejaba estudiar los libros de sus hijas, siempre me gusto la medicina, cuando creci y cumpli la mayora de edad junte un dinero, me despedi de mis papas, de esa vida tan aburrida y controladora. me fui a vivir a EU, aqui me puse a trabajar, fui con la psicologa y la psiquiatra por mi depresion y mi ansiedad, tambien me puse a estudiar, por supuesto me aleje totalmente de los testigos de jehova por todas las ideas manipuladoras que les metian a mis papas en mi infancia, ahora soy enfermera y como dice tu articulo a veces como de mas, pero poco a poco lo estoy controlando. Tambien mis dos pequeñas tiene esa debilidad, claro no tienen depresion y si les festejo todo para que ellas sean felices, pero si comen muchos dulces cuando estan aburridas, ja ja ja. Muy buen reportaje. Saludos desde EU.

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