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Los desenfrenados precios de la luz, que esta semana han marcado récords de 188,17 euros tras un mes rompiendo marcas que multiplican por cuatro los del año pasado, están trayendo de cabeza a millones de españoles ante una ola de subidas que coindicen con la crisis económica del COVID-19.
No obstante, según recuerda El Correo, no todos se ven afectados por este escenario de precios alcistas, especialmente si no están aprovechando los nuevos tramos que marcan los precios de la energía por horarios. Son los que se acogen al Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), unos 11 millones, sufren la inestabilidad del mercado mayorista, con el que se fija la parte del término de energía en la factura, en torno a una tercera parte de la misma.
Las tarifas de precio fijo de luz
Algunas comercializadoras de luz están empezando a lanzar ofertas fuera de este sistema que ofrecen un precio fijo por kilovatio consumido. Algunas fijan un solo precio para todo el día, lo que significa que no tienen en cuenta los diferentes tramos horarios que trajo la nueva estructura de tarifas que entró en vigor el 1 de junio. No obligan por tanto a estar pendiente de cuál es el momento más barato del día para encender los electrodomésticas. Otras sí establecen precios diferentes, casos para el que habría que compararlos con los que se están registrando en el PVPC.
Respecto al término de potencia, no es un indicador que afecte demasiado a la factura de luz, a no ser que tengamos una segunda vivienda. La nueva estructura de tarifas tiene dos periodos horarios: uno punta (desde las 08.00 h hasta las 00.00 h de lunes a viernes salvo festivos nacionales) y otro valle (de 00.00 h a 08.00 h en días laborables y todas las horas de los fines de semana y festivos de ámbito nacional). Cada usuario es libre de solicitar la potencia que quiera en cada uno.
Aunque existen empresas que ofrecen en el mercado libre el mismo término de potencia de luz para ambos periodos, lo normal es que establezcan uno más caro para el punta y otro más barato para el valle, como sucede en la tarifa regulada. En prácticamente todos los casos este término sale más caro que el del PVPC.
"Si tienes mucha potencia contratada, te sale más a cuenta tener un precio del término de potencia muy barato. Pero en general, para potencias normales de un usuario doméstico, el gasto real está en la energía consumida", explica Laura Cardenal, portavoz de Selectra, a El Correo. «Salvo que tengas una segunda vivienda a la que vayas de vez en cuando. Ahí sí compensa tener un precio de la energía un poco más alto, y más barato el de la potencia".
Lo recomendable es contratar una tarifa sin permanencia
La misma experta recomienda a los usuarios que quieran pasar al mercado libre contratar una tarifa de luz sin permanencia. Así, si cambian los precios del mercado mayorista, es posible volver a la tarifa regulada.
Las tarifas planas son otra opción disponible en el mercado libre. Con ellas, es posible abonar una misma cantidad de dinero todos los meses, lo que se calcula en base al histórico de consumo en los doce meses anteriores. El Correo añade que en ciertos casos, si el usuario consume menos que lo que estipula la tarifa, la compañía eléctrica regulariza al final del periodo contratado el dinero abonado de más. Lo mismo si el consumo es superior. También puede suceder que la compañía deje de aplicar la tarifa plana o que la cuota revisada para el siguiente año sea bastante superior.
A la hora de cambiar de compañía de luz, siempre es recomendable acudir a un comparador de ofertas de energía como el que facilita la CNMC, aunque los beneficiarios del bono social eléctrico deberían comprobar de antemano si podrán seguir percibiéndolo.
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