Los cambios que vienen en la energía post-coronavirus

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30/06/2020 - 18:40
Energía eólica

Lectura fácil

Mientras que las perspectivas de la demanda mundial aumentan en todo el mundo de manera generalizada, ni en Europa ni en España hay casi espacio para liberar la generación de energía.

Posiblemente tras la acción que tendrá lugar mañana 1 de julio, la “España Vaciada” lo sea aún más, y el paro aumente en zonas donde era la industria la que “tiraba” de la economía.

La situación energética en España es insostenible. No hay casi espacio para liberar la generación de energía. En lainformacion.com califican este fenómeno como ‘Burbuja energética’ y señalan que gran parte de los expertos mundiales se preguntan si hay realmente hueco para toda la energía que se oferta.

Cae la demanda energética

La pandemia y el confinamiento han provocado que la demanda energética en la UE caiga un 10% con respecto al año pasadoSegún la Agencia Internacional de la Energía, es más del doble de la disminución producida en 2008, el peor año de la última crisis económica.

En España sobra energía. Los ciclos combinados, las centrales hidroeléctricas, los parques eólicos, las plantas fotovoltaicas, las centrales nucleares e incluso las centrales térmicas, todas contribuyen a la inyección de energía. Los 18.366 GWh consumidos del mes de mayo suponen una caída aproximada del 13% con respecto al año anterior. Y es que, como ya anunciábamos en GNDiario, siete de las 15 centrales térmicas de carbón que aún están operativas en nuestro país cerrarán definitivamente.

Hay que remontarse aproximadamente a un año atrás donde ubicamos los últimos cierres de minas en España. En 2020 hablamos de: Naturgy, Endesa, Viesgo e Iberdrola que cerrarán la mitad de las plantas que aún hay en suelo español. Este cierre se lleva a efecto, para no tener que acometer las reformas de protección del medio ambiente que se imponen desde el marco europeo.

Según explica Xataka.com, en 2018, el 15% de toda la energía consumida vino directamente del carbón: en mayo, estas plantas produjeron solo el 1,4% de la electricidad en nuestro país.

El cierre de plantas, principalmente las más contaminantes, es una obligación para el Ministerio, que ya ha recibido la solicitud de las empresas, las primeras las generadoras con carbón, para deshacerse de la producción energética sobrante en un país que necesita absorber el exceso de energía.

Las centrales que cierran

Hagamos un recordatorio, cierran: Meirama (en Coruña), Narcea (en Asturias), Andorra (en Teruel) La Robla y Compostilla (en León), Puente Nuevo (en Córdoba) y Velilla (en Palencia). Estas centrales, desde julio, dejan de producir energía al no querer reconvertir su instalación para hacerlas más sostenibles.

Expertos indican que el bajo precio del gas natural, unido al marco regulatorio de la UE con respecto a las emisiones de CO2 han ido desactivando estas centrales de energía.

Energía y los efectos de la COVID-19

Se acaba de publicar el informe World Energy Investment 2020 de la Agencia Internacional de Energía (IEA). La publicación muestra un análisis de referencia anual de la IEA sobre inversión y financiación en todas las áreas de suministro de combustible y electricidad, eficiencia e investigación y desarrollo.

En el estudio se miden cuestiones como la planteada anteriormente sobre el carbón y entre otras cuestiones, el descenso de consumo de energía durante el tiempo de confinamiento debido a la pandemia por el COVID-19.

Algunos resultados que indica el informe

La industria energética que viene post-coronavirus, será significativamente diferente de la que existía antes, y las vulnerabilidades e implicaciones variarán entre las empresas, dependiendo de si están invirtiendo en combustibles fósiles o en tecnologías con bajas emisiones de carbono, también influye la interacción entre los diferentes países.

Los expertos resaltan dos líneas sobre la situación energética, por una parte, los recortes de gastos debidos a la menor demanda agregada y a la reducción de los ingresos. Es el caso de los recortes que han sido muy severos en la industria petrolera, donde los precios han caído.

Y, por otra parte, la interrupción práctica de la actividad de inversión causada por los cierres y las restricciones al movimiento de personas y bienes, por la pandemia.

Ante la situación aquí descrita, los expertos esperan que la producción de las fuentes renovables aumente a causa del bajo precio de operación y al acceso preferencial a muchos sistemas de energía. Se espera también que las emisiones de CO2 disminuyan en un 8%, llegando a los niveles de hace diez años.

El impacto del coronavirus hacia una energía sostenible

El coronavirus ha sido un importante terremoto global desde una mirada energética. La respuesta a esta crisis, tal y como indicaba la ministra Rivero, puede ser una oportunidad para España, con el uso de energías más seguras y sostenibles.

Tal y como indicábamos al inicio, la falta de producción en algunas industrias energéticas, como es el caso de España, en un momento de demanda reprimida, ocasiona la clausura de partes del capital social de baja eficiencia. Dentro del sector energético.  Hemos anunciado algunas centrales que no abrirán en julio, sin contar las refinerías y la menor utilización de algunas centrales eléctricas de carbón, que han terminado con el cierre de éstas.

Mientras se encuentran alternativas, los países se contraen y se deja de emitir capital para nuevos proyectos de energía sostenible, dejando de lado el carbón.

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