La pobreza energética afecta a la salud de las personas más vulnerables

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13/01/2021 - 14:15
Luz en una vivienda a través de velas

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La borrasca de nieve y frío que deja Filomena pone en alerta a una treintena de provincias del centro peninsular por temperaturas que habrían llegado a los -15ºC. Este frío deja tiritando a muchos hogares cuyos ingresos les impiden calentar sus casas. Es lo que se conoce como pobreza energética.

Cómo combatir la pobreza energética en esta ola de frío

Como decíamos, la pobreza energética es la incapacidad de un hogar de satisfacer una cantidad mínima de servicios para sus necesidades básicas como mantener la vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud: de 18 a 21ºC en invierno y 25ºC en verano, según los criterios de la Organización Mundial de la Salud.

En el año 2021 hablar de ducha caliente, no pasar frío en casa o tomar un plato de comida que suavice la temperatura corporal supone un privilegio que no pueden permitirse 7 de cada 100 personas en España. 

En esta línea ‘RTVE’ recoge algunos testimonios como el de Gabriela: "Cada mañana cuando me despierto, compruebo si tengo luz. Me parece un milagro cada hora con energía". Tiene 39 años, es madre soltera de un hijo con autismo y una niña de 14 años. Explica que "ahora lo que me faltaba es la nieve y el frío. Estamos todo el día tiritando". Gabriela se quedó sin empleo en marzo de 2020 y en noviembre fue cuando se incorporó a una empresa de limpieza para un hospital.

En el tiempo que no trabajó relata que “lo pasó muy mal”, explica que no tenía dinero para comprar el pan. Su hijo necesita un tratamiento especial y la Seguridad Social solo les cubre el 40 %. Ahora se le acumulan las deudas de las facturas de luz, agua y gas que no pudo pagar en los meses anteriores. Aunque va pagando tiene avisos de corte de suministros. 

Otro testimonio es el de Carmen Regidor. Ella tiene 62 años y vive sola en un piso pequeño y no tiene para calentarse en casa. Explica que "no se puede permitir la calefacción, lo soluciono con bolsas de agua caliente y con dos mantas que tengo". Usa varias prendas de ropa, unas sobre otras para quitarse el frío. Se acuesta a las nueve de la noche para no gastar luz y estar más arropada entre las mantas. 

Salud precaria ante entre las personas más vulnerables

La directora del área Energía y Persona de la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES), Cecilia Foronda explica sobre esta realidad que “en principio no tener energía afecta a la salud de las personas porque empeora enfermedades, afecta a personas que su vida depende de una máquina, también impacta en la mente de quienes se enfrentan a la disyuntiva de comer o calentar”. Esta organización trabaja a nivel nacional en el ámbito de la eficiencia y vulnerabilidad en cuestión de energía en el hogar.

Un estudio liderado por investigadores del Institut d'Investigació Biomèdica de Sant Pau (Barcelona) revela que "a mayor pobreza energética, peor salud". Es el primer estudio que analiza la relación directa entre la pobreza energética y la salud en el sur de Europa. Las conclusiones señalan que la probabilidad de tener bronquitis crónica es 4,94 veces superior en mujeres y 5,43 más en hombres que sufren esta situación. Con respecto a patologías como la depresión o la ansiedad, entre 3 y 4 veces más. 

Ayudas sociales

La herramienta de la Administración Pública para paliar la pobreza energética es el bono social. Se trata de un descuento que oscila entre un 25 % y un 40 % dependiendo del nivel de renta y del tipo de unidad familiar. 

El bono social está aprobado desde 2019 y actualmente se benefician de esta ayuda 1,3 millones de personas en España. Este tipo de bonificaciones han sido criticadas por sus trabas para tramitar la solicitud. En muchas ocasiones las personas vulnerables no tienen conexión a internet o carecen de tecnología para tramitar esta ayuda.

Desde Ecologistas en Acción señalan que, otra de las medidas del Gobierno contra este problema ha sido el Real Decreto que impide cortar los suministros de agua, electricidad y luz a las familias vulnerables. Pero “esta nueva normativa tiene dos problemas: que se vincula al estado de alarma y que no consiste en una moratoria de cortes para todo el mundo”.

Las familias, para poder solicitar estas ayudas, deben obtener, en caso de no ser beneficiarias del bono social, un informe que les reconozca como consumidores vulnerables.

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