El número de rastreadores en España es insuficiente

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02/11/2020 - 07:00
Vista de los trabajadores del grupo multidisciplinar de rastreadores en Logroño (EFE)

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Tras el estado de alarma que vivimos en España entre los meses de marzo a mayo, durante el verano, en concreto en julio, nuestro país contaba con 3.500 rastreadores. Una cifra mucho menor a la que sugerían los organismos expertos internacionales.

Las plantillas de salud pública en las distintas regiones españolas, no contaban con medios suficientes para seguir el rastro de los contactos en personas que habían dado positivo por síntomas de COVID-19. Tiempo después, fue el momento en el que militares entrenados por el Ejército se sumaron al apoyo de las Comunidades Autónomas, llegando a un total de 8.500 rastreadores a nivel nacional.

Rastreadores insuficientes  

Àlex Arenas, investigador de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, expone en El País que, por una parte, esta cantidad de rastreadores es insuficiente, y por otra, se llega tarde al estar la pandemia en España con unos valores muy elevados durante esta segunda oleada de la COVID-19.

El experto calculó en el mes de julio que el número ideal de rastreadores en España sería de uno por cada 5.500 habitantes, que coincide con el número actual (unos 8.500). En pleno verano, nuestro país se enfrentaba a la pandemia con 20 casos por 100.000 habitantes de incidencia acumulada. En este momento el dato es de 362. “Se necesita todo el poder de rastreo pero ese tiene eficiencia cuando la incidencia todavía es baja”, explica Arenas.

El investigador explica que, cada rastreador es capaz de descubrir como mínimo seis contactos –aunque la mediana en España ha ido cayendo y ahora está alrededor de tres-. “¿Puedo seguir a esos contactos? Si la respuesta es no, no sirve para nada el rastreo. Si no eres capaz de hacer todas las pruebas necesarias a todos los contactos estrechos y tener diagnóstico en menos de 48 horas el sistema no funciona”, concluye.  “Sabemos que más del 45% de las personas no hacen aislamiento”, recuerda el investigador. Menos aún si tardan cinco días en darles el resultado.

Tras el periodo estival el aumento de positivos superó la Atención Primaria pese a las múltiples advertencias que expertos y profesionales de ese nivel asistencial llevan haciendo desde el principio del verano. En algunas comunidades el rastreo fue determinante para controlar los brotes. Es el caso de Cataluña (los clusters de casos del Segrià) o en Aragón. “Ahora estamos en una nueva fase, y el factor limitante es la atención primaria”, subraya Arenas. Aunque se multiplicara el número de rastreadores no se solucionaría el problema. Primero hay que conseguir bajar la incidencia de casos. Por eso las comunidades se centran en medidas que reduzcan los contactos entre personas en entornos sociales y familiares.

El ejemplo del País Vasco y Asturias

Según esta Comunidad Autónoma, además de los 375 rastreadores cuentan con trabajadores de otros servicios como medicina preventiva, salud laboral o las unidades de vigilancia epidemiológica, que contabilizan más de 600 personas para el desarrollo de esta función.

Por su parte, Asturias informa que su sistema es dinámico y permite incorporar más personal a tareas de rastreo cuando se detecta un brote. Señala que son 112 empleados en esta función a tiempo completo.

Las prioridades desde la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) puso sobre la mesa las claves para enfrentar esta pandemia, la enfermedad transmitida por la COVID-19, hasta la llegada de una vacuna: tests masivosdistanciamiento social y capacidad de rastreo.

Ya hemos adelantado lo que algunos expertos indican acerca del rastreo en España. Sigamos avanzando con nuevas pinceladas sobre el rastreo durante la primera a la segunda oleada de coronavirus.

La plantilla en España, en este momento no alcanzan la cifra de uno por cada 5.000 habitantes deseable en la mayoría de Comunidades Autónomas, tampoco se aproxima a la de uno por cada 4.000 que establecen países como Alemania.

El ejemplo de Corea del Sur es significativo, recordaba el periodista y divulgador Alberto Sicilia, son diez por caso; aunque en España solo se llega a tres, según el informe de la "Situación de COVID-19 en España", que publica el Instituto de Salud Carlos III con los casos diagnosticados a partir del 10 de mayo y hasta el 15 de julio. Más preocupante aún, son las comunidades con mayor población y densidad las que están demostrando mayores lagunas en el rastreo.

Ni Baleares ni Cantabria están incluidos en este ranking, al carecer el ISCIII de datos en estas ubicaciones.

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