El sedentarismo incrementa la apnea del sueño, que ha aumentado un 45 % en diez años

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
26/09/2021 - 12:00
Aumentan los casos de apnea del sueño en un 45 % en 10 años. Foto: Pixabay

Lectura fácil

Se estima que la prevalencia de la apnea del sueño ha aumentado un 45 % en los últimos diez años debido a factores como la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo. Así lo advierten la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) y la Sociedad Española de Medicina Dental del Sueño (SEMDeS), integradas integradas en la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño (FESMES).

Según un estudio publicado en la revista Lancet, cerca de mil millones de personas de entre 30 y 69 años sufren apnea del sueño severa en todo el mundo, por lo que la variedad de pacientes es muy amplia, con distintas causas y problemas asociados. Ello requiere, según los expertos, un abordaje multidisciplinar en el que intervengan otorrinolaringólogos cirujanos de cabeza y cuello, cirujanos maxilofaciales, dentistas y neumólogos, entre otros.

Tal y como explican las entidades expertas, este problema es, junto con el ronquido, el trastorno respiratorio del sueño más común. Es de 2 a 3 veces más común en hombres que en mujeres y su factor de riesgo más importante es la obesidad. Dado que esta ha aumentado en el mundo de manera notable, se ha incrementado la prevalencia de enfermedades asociadas, como la apnea.

El aumento de la prevalencia de la apnea del sueño es un caso preocupante

“El caso es bastante preocupante a nivel de salud pública, sobre todo en niños donde vemos que se incrementan ambas patologías. Por lo general, las personas obesas son más propensas a tener trastornos respiratorios del sueño, por lo que debe ser un factor a tener en cuenta en la consulta del otorrinolaringólogo y del dentista que deberá derivar los casos de sospecha al médico especialista”, señala la doctora Marina Carrasco, presidenta de la Comisión de Roncopatía y Trastornos del Sueño de la SEORL-CCC.

Un estudio reciente publicado en la revista Cranio, confirma que el índice de masa corporal (IMC) se relaciona de forma significativa con el índice de apnea e hipopnea, y aquellas personas con un mayor IMC tienen un hueso hioides en una posición más inferior. “Esto hace que se pueda ver alterada la respiración y esta sea más difícil durante el sueño”, añade.

Diagnóstico y tratamiento de la apnea del sueño

El papel del otorrinolaringólogo en el diagnóstico y tratamiento es fundamental. En primer lugar, “deberá ocuparse de realizar una exploración de la vía aérea superior, de suma importancia para tener un mayor conocimiento de la fisiopatología de la enfermedad, detectará posibles anomalías que predisponen a padecerla y permitirá establecer un diagnóstico topográfico de la obstrucción”, subraya la doctora Carrasco.

En este sentido, “la colaboración con el dentista es clave para que los especialistas hagamos el diagnóstico, ya que nos remiten los casos de sospecha”, indica la doctora Carrasco. De hecho, los dentistas, “detectamos en consulta aquellos problemas que impiden al paciente una correcta función respiratoria como alteraciones de adenoides, amígdalas, tabique, cornetes, etc. y los derivamos al otorrinolaringólogo”, explica el doctor Manuel Míguez, presidente de la Sociedad Española de Medicina Dental del Sueño (SEMDeS). “También podemos colaborar con el ORL durante la realización de DISE (endoscopia mediante sueño inducido) en la colocación de los diferentes avances mandibulares”, añade.

En cuanto al tratamiento, está indicado el tratamiento con Dispositivo de Avance Mandibular (DAM) en ronquidos que resulte molesto socialmente, casos de apnea obstructiva del sueño leves, moderados y cuando la CPAP, el tratamiento estándar, no es tolerada. “Los dentistas formados en sueño podemos realizar este tratamiento. Además, una vez que se ha iniciado el tratamiento, si el paciente no respira bien por la nariz y no tolera bien el dispositivo oral, referiremos ese paciente al ORL para que trate el caso y mejore esa función respiratoria”, afirma el doctor Míguez.

Hay casos que requieren cirugía

En algunos casos en los que los tratamientos de primera línea no sean tolerados o no resulten efectivos, será necesaria la cirugía. A este respecto, “el conocimiento del otorrinolaringólogo cirujano de cabeza y cuello de las diferentes técnicas quirúrgicas empleadas para tratar la apnea del sueño resulta fundamental”, resalta la doctora Carrasco.

El tratamiento quirúrgico incluye la cirugía nasal, la cirugía de adenoides y amígdalas, cirugía del paladar, cirugía de base de la lengua, la epiglotoplastia o la traqueostomía, entre otras. Todas ellas abordan estructuras anatómicas que son ampliamente conocidas y estudiadas por el otorrinolaringólogo. De hecho, el campo se está desarrollando y actualmente hay nuevas técnicas basadas en implantes que estimulan al nervio hipogloso que son muy efectivas en pacientes seleccionados y ofrecen una nueva oportunidad a otros tipos de pacientes en los que las otras cirugías no eran tan eficaces y los que otras terapias no tienen cabida.

Por su parte, el dentista, “puede ayudar en caso de que la cirugía de tejidos blandos no resulte exitosa para solucionar totalmente este mal complementándola con el DAM para mejorar la respiración durante el sueño y disminuir los episodios de apnea-hipopnea”, destaca el doctor Míguez. Asimismo, actúan en algunas alteraciones esquelética-dento-faciales que predisponen a la apnea, por lo que realizan tratamientos de ortopedia-ortodoncia de los maxilares en niños que están en crecimiento y desarrollo, o en adultos con tratamientos combinados de ortodoncia con cirugía ortognática” concluye.

Hay que mantener a raya el sedentarismo

El aumento de la apnea del sueño por culpa del sedentarismo es solo uno de los males asociados a la falta de actividad, que lastra la salud de múltiples formas. Además de aumentar la obesidad, estar todo el día sentado o tumbado genera problemas de espalda, problemas de circulación e incluso otros males como hemorroides. El teletrabajo, que irrumpió con fuerza después de que el Gobierno decretase el Estado de alarma por el coronavirus, con su consecuente confinamiento, provoca que los habituales desplazamientos de ida y vuelta a la oficina se supriman y es por tanto más factible que aumente del sedentarismo. Por eso, es importante hacer ejercicio físico en casa mientras se trabaja de esta forma, mientras llevamos una dieta variada y saludable.

Añadir nuevo comentario